lunes, 13 de agosto de 2018

ESCUELA DE INDIOS DEL SIGLO XVI


LAS ENSEÑANZAS DE LOS RELIGIOSOS EN LA NUEVA ESPAÑA
Roberto Samael C. E.
Durante la colonia, la ciudad o lo que era por aquel entonces, se acomodaba, se formaba. Los ibéricos levantaban iglesias por doquier, para ese entonces, la iglesia de la Santa Veracruz, junto con San Hipólito, marcaban el límite poniente de la ciudad y era parte de las cuatro iglesias (San Miguel Arcángel, Santa Catarina y el Sagrario), que eran denominadas “de españoles”. Como la gran mayoría de las parroquias seculares, ésta también comenzó en una pequeña capilla que sostuvo la cofradía de la Santa Veracruz. Desde finales del siglo XVI, el Arzobispado la asignó como parroquia para españoles; los indígenas asistían a los oficios en sus propios templos y capillas.
Lo anterior también explica por qué la iglesia sostenía fuertes lazos con la Virgen de los Remedios, que era vista como la protectora de los españoles: cada vez que era llevada a la ciudad, antes de llegar a la Catedral hacía una pausa en Santa Veracruz. Este recorrido fortalecía simbólicamente su papel, como sucedió durante el movimiento de Independencia. La Virgen de Guadalupe, que aludía al estandarte de los revolucionarios, fue confrontada con la de los Remedios, que tenía su santuario al final de la calzada de Tacuba, justo por donde huyeron los españoles al ser vencidos por los indígenas en el llamado, Árbol de la Noche Triste. En ella se veneran al Cristo de los Siete Velos y a la Virgen de los Remedios.
La hechura barroca churrigueresca de Santa Veracruz se comenzó a principios de 1760 y se terminó seis años después; pero si el visitante observa con detalle, notará que sus torres tienen diferente calidad: la del sur, plenamente barroca y levantada al mismo tiempo que el resto del templo, contrasta con la del norte que fue añadida en el siglo XIX debido a que la jerarquía de la parroquia le exigía contar con dos torres al frente y con más de cuatro campanas. Su portada, coronada por el arcángel San Miguel, la Santa Cruz y el obispo de Sebaste, revela su filiación con el Arzobispado.
Algo para resaltar y que pocos saben, e que en su interior fue enterrado el reconocido escultor Manuel Tolsá, quien entre otras muchas obras participó en la construcción de la Catedral Metropolitana, en el edificio del Museo Nacional de San Carlos y en la Casa del Marqués del Apartado, solo por nombrar algo de más muchas obras que realizo este gran personaje en tiempos de la colonia. Pero además ahí, detrás de esa construcción, existió lo que por aquellos tiempos era conocido como “la Casa o Escuela de Indios”.
Ubicada en la calle 2 de abril en el número 20, fue una de las llamadas “Escuela de Indios”, que fundaron los frailes españoles a principios del siglo XVI. Aquí se les enseñaba a los “indios” en los años posteriores a la conquista, y como parte del adoctrinamiento con diversas disciplinas que para los frailes eran básicas en sus propósitos, tales como latín, dibujo, pintura, escultura, artesanía y artes de bordar. También se establecieron talleres en donde se preparaba a canteros, herreros, carpinteros, albañiles, sastres, enfermeros y zapateros entre otros oficios.
Por las mañanas enseñaban lectura, escritura, canto y por las tardes doctrina. Se asistía a las fiestas religiosas y se cantaba en el coro. A los pequeños no les era permitido comunicación alguna con sus familiares “para que no se contaminasen de los errores de la idolatría”. Entre los más adelantados, se eligieron a cincuenta, a quienes se les preparaba para ser enviados como catequistas a los alrededores de la Ciudad de México e incluso a las provincias cercanas.
El impulsor y fundador de este tipo de escuelas, fue fray Pedro de Gante (Pieter van der Moere, conocido como fray Pedro de Gante o Pedro de Mura fue un religioso franciscano flamenco, uno de los primeros en arribar a Nueva España, donde permaneció casi cincuenta años como evangelizador y educador). Nació en la última década del siglo XV en Gante, Bélgica. Al poco tiempo de haber llegado al nuevo mundo fundo la prime escuela en Texcoco y poco después en la Ciudad de México en la iglesia del convento de San Francisco, que dirigió por espacio de medio siglo, en la que llegaron a reunirse, más de mil niños, adultos, mujeres y hombres urgidos de instrucción religiosa y civil.
Gante, era tan apreciado entre los indígenas que casi todos a él le obedecían, por lo cual el arzobispo de Montufar, sucesor inmediato del señor Zumárraga, solía decir: “Yo no soy el arzobispo de México, sino fray Pedro de Gante”.

viernes, 8 de junio de 2018

EL MÁGICO CENTRO HISTÓRICO


DE MÉXICO TENOCHTITLAN

Siempre que iba y caminaba las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, me llamo mucho la atención detalles tan comunes como el que no haya cables eléctricos a la vista, las enormes casonas, los grabados y la gran cantidad de iglesias. Con el tiempo, comencé a buscar información, a conocer calles y lugares, pero en esa área siempre encontrabas más cosas y detalles que no están registrados o muy poco se sabe de ellos. Fue así, que cuando pude, entre y formé parte de todas esas personas que han escrito algo sobre tan especial lugar, publicando artículos y algún libro. Ahora, este nuevo ejemplar que usted debe de leer, es un intento más por dar a conocer un sitio sumamente especial, un lugar que por años ha estado lleno de sucesos increíbles e históricos.

Desde la fundación de la gran Tenochtitlan, hasta nuestros tiempos, tenemos una zona en donde han ocurrido hechos sangrientos, heroicos, subversivos, de liberación, alegría y amor. Diversas sensaciones que han envuelto a sus habitantes o a quien por ahí pasa y se toma un tiempo para ver y poder apreciar lo que ahí está depositado. Para nosotros, este interés por escribir y trata temas relacionados al Mágico Centro Histórico, no es nuevo ya que hace algunos años atrás publicamos una serie de investigaciones, sucesos y lugares poco comunes en un libro titulado: “El Centro Histórico Experiencias del Más Allá”, obteniendo agradables resultados ante el interés de la gente. Y sabemos, que se seguirá hablando, escribiendo y documentando este sitio tan relevante para todos los mexicanos.
En esta ocasión, nuevamente aportamos nuestra forma de ver, apreciar y conocer esa zona especial e invitamos a esas gentes que comparten el mismo interés. Porque soy de la idea, de que toda aquella persona que se sienta atraída por su historia, tiene como deber o gusto, conocer y tener en mente algo de lo mucho que fue su pasado. Lo enseñan en la escuela, en libros y aunque mucho de ello se nos olvida, al pasar o conocer los lugares históricos por donde esos importantes personajes ilustres vivieron o se desenvolvieron, nos damos cuenta de lo trascendente que fueron y como marcaron con ello lo que ahora somos.

Este libro, se suma a la gran cantidad de material que se ha creado para describir esa zona especial, en lo personal, aquí dejamos nuestro sello, y tratamos de dar a conocer nuevos aspectos que seguramente le serán de su agrado. Y es importante, especialmente para quienes habitan la Ciudad de México y sus áreas colindantes, ya que tienen la oportunidad de visitar y conocer lo que ahí aún se resguarda. Pero también es una invitación para el visitante que viene de fuera y desea saber más detalles peculiares sobre ese México antiguo. Si tomamos en cuenta el crecimiento desmedido de la ciudad, comprenderemos que reacomodo tras reacomodo, algunas áreas de este sitio se están perdiendo, desaparecen, por esa razón, hay que visitarlo. Por lo mismo lo invitamos a leer y conocer algo de lo que representa, nuestro Mágico Centro Histórico.

jueves, 17 de mayo de 2018

HISTORIA DE MÉXICO, LA MASONERÍA Y ENTIDADES DEL MÁS ALLÁ

UN SITIO DE PODER A ORILLA DEL MÁGICO
CENTRO HISTÓRICO
Roberto S. Contreras Esparza
La finalidad de este libro, es la de ahondar y tratar sobre un lugar del cual podemos destacar tres puntos importantes que debemos enfatizar y que aquí tratamos de mostrarles con esta investigación... (1) La trascendencia e importancia de un lugar que fue depositario de los restos de esos personajes relevantes de nuestra historia y que movieron al país con sus actos formando lo que ahora somos. (2) La relación de algunos de estos huéspedes, personajes destacados y su participación en una de las sociedades más polémicas, populares e importantes y que sigue vigente desde hace años por todo el mundo, los masones. (3) Y la posible e increíble manifestación, la evidencia (en interesantes fotografías) de espíritus o entidades que por lo que hemos averiguado, se dejan ver en ciertos momentos especiales e incluso se han podido ser captados en imágenes, como lo que les sucedió a estos protagonistas fortuitos, que lograron sin imaginarlo, obtener gráficas especiales entre las tumbas y nichos de un especial sitio, un panteón lleno de historia.
EXTRAÑA CAPTADA EN EL PANTEÓN
Estos sucesos, nos deja entrever la importancia de este lugar, por todo lo que ha acontecido en la zona, pero lo más importante, es que, aun está ahí, para visitarlo, para conocerlo, para sentir toda esa energía histórica aquí depositada, hasta para hacer investigación, para averiguar sobre estos personajes ilustres, para saber más de México y compartirlo con quienes nos preceden y poder prepararlos con información e historia nuestra, ya que ellos serán el futuro del país. Además, de que, este libro puede ser una guía para adentrarse y conocer más sobre este peculiar cementerio.
EN SAN FERNANDO, 14-VII-2005
Y sin la intención o pretensiones, de que esta obra fuera un profundo tratado de la masonería o de cada uno de los ilustres históricos que ocupan tan trascendente cementerio de San Fernando, si procuramos presentarle un libro fácil y ameno, una guía, con interesantes detalles y otros aspectos a comprobar, para que de esta forma fomentemos el interés por este singular sitio, ya sea en lo personal o entre familiares y amigos. Y ya la profundidad, puntos de vista e interpretaciones dependerá de cada uno de nosotros.

domingo, 29 de abril de 2018

DEL BARRIO JUDÍO DEL CENTRO HISTÓRICO


SINAGOGA HISTÓRICA EN MÉXICO
Roberto Samael C. E.

La historia de los judíos en México inició en el año 1519 con la llegada de los conversos, también llamados criptojudíos, estos fueron forzados a convertirse al catolicismo, siendo uno de los blancos de la Inquisición. Durante el periodo colonial (1521-1821) un número de judíos arribó a México desde España, las circunstancias políticas de la época lograron el libre tránsito de mercaderes criptojudíos desde Portugal y España hasta varias regiones de América Latina. Tras la finalización del dominio de la Iglesia católica en México, las reformas liberales permitieron la inmigración de judíos al país, llegando de varias zonas de Europa. La mayor parte en México son descendientes de los inmigrantes, que se pueden dividir, principalmente en: hablantes de yiddish, ladino y sefardí.

A inicios del siglo pasado, la Sinagoga Histórica de la calle Justo Sierra, que tiene como nombre oficial Nidje Israel, como la institución dentro de la cual nació. Esta institución es la que agrupa, desde 1922, a los judíos ashkenazitas, es decir, originarios de Rusia, Polonia, Alemania, Lituania, Hungría y otros países europeos que hablaban idish a su llegada a México. Después de una restauración que culminó en 2009, la Sinagoga abre sus puertas para compartir con el público su belleza, su historia y otras manifestaciones de la cultura judía en México. La Sinagoga Nidjei Israel o el Templo Nidjei Israel, Popularmente conocida como la Sinagoga justo Sierra, tiene una fachada neocolonial típica, excepto porque las puertas de madera tienen labrada una estrella de David, uno de los símbolos principales del judaísmo.

Es un edificio religioso y centro cultural de la comunidad judía. Después de su restauración, la Sinagoga comparte su belleza, su historia y otras manifestaciones de la cultura judía en México. Es la única sinagoga que ostenta el título de Sinagoga Histórica en México y es una de las más antiguas de la Ciudad de México, Es la tercera más antigua en la Ciudad de México, y la primera fundada por judíos asquenazíes, abrió sus puertas en 1941. Para el diseño del arón hakodesh se tomó como referencia a la Sinagoga de Shavel, Lituania.

En cuanto a su fachada, dice la arquitecta Raquel Franklin: “Significativa es la doble fachada de Nidje Israel: deja el edificio de oficinas hacia la calle, con una fachada neocolonial en consonancia con el entorno colonial del Centro Histórico, y que seguramente seguía a los estímulos fiscales que se ofrecían a toda construcción que representara ese estilo; la fachada interior del edificio principal muestra la influencia del diseño de sinagogas del siglo XIX, inspiradas en el neorromántico.”

La sinagoga se creó con base en la necesidad de lugares para rezar, conforme creció la comunidad judía askenazi de la Ciudad de México. La sinagoga funcionó como centro ceremonial, de estudio, de celebraciones y de trabajo comunitario hasta mediados de los años sesenta, permaneció cerrada durante más de tres décadas, pero el 13 de diciembre de 2009 se reinauguró con un evento comunitario y fue reabierta para albergar diversas actividades culturales y religiosas. Siendo un sitio histórico, especial, de las edificaciones y lugares que podemos encontrar y conocer en el Mágico Centro Histórico.